La carta.

Querida amiga:

He conocido a una mujer hermosa, es tan especial que creo que es el amor de mi vida. Pero tengo un problema, ella tiene un problema.

Porque anhelar el néctar de sus labios es como adorar a la mismísima muerte. 
Y buscar amor en sus brazos es como tratar de encontrar paz en el infierno.

Ella era una chica de esas que sólo disfruta del momento. Ese tipo de chicas a las que ya les han roto mucho el corazón. 

Pero yo lo había confundido todo, no había notado que ella era ese tipo de chicas e hice lo peor que pude haber hecho:

Me he enamorado de ella.

Y ahora estoy sufriendo tanto por esta chica...
Ya no sé cómo captar su atención, así que he optado por medidas desesperadas.
He decidido escribirle una carta explicando mi desenfreno. El cómo mi corazón se detiene cada vez que escucho su nombre. Cómo pienso en ella desde que mis ojos se abren al comienzo del alba. Cómo la beso en la mejilla todos los días queriendo secarle los labios a besos. Cómo me encanta la suavidad de su cabello, el olor de su piel y ese hermoso tono café en sus ojos.

Creo que ya tienes alguna sospecha sobre quién es ésta hermosa chica.

Probablemente estés en lo cierto,
ésta chica de la que me he enamorado
eres tú.

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