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Mostrando entradas de noviembre, 2013

Anhelo.

Cuando la luna se resigne  de que ella es más hermosa que tu rostro, y el sol entibie el frío dolor de tu ausencia. Cuando los mares y océanos comprendan  que no son más grandes que tu belleza,  y las montañas le den sombra a nuestros encuentros amorosos. Cuando las estrellas entiendan  que nunca brillarán más que tú,  y el viento de invierno  que nunca será más frío que mis noches sin ti. Cuándo todo esto pase, cariño,  tú entenderás que te amo.

Suicidio.

Ella era una chica suicida, que creía que nadie la quería. Todo comenzó cuando se dio cuenta que podía acabar tan fácilmente con su vida. Notó que no le importaba en absoluto su existencia, que no había nada que la hiciera sentir amada. Y así empezó a ser un tanto masoquista disfrutando del frío, y adorando las heridas. Gritaba su amor al viento sin precauciones de salir herida.  Cortaba su piel con formas que parecían un tanto divertidas. Escribía hasta que le sangraran las manos  porque disfrutaba del dolor que le producía. Y así murió ésta chica,  cometiendo un suicido egoísta repartiendo su alma sólo  a las cosa que más quería.

La carta.

Querida amiga: He conocido a una mujer hermosa, es tan especial que creo que es el amor de mi vida. Pero tengo un problema, ella tiene un problema. Porque anhelar el néctar de sus labios es como adorar a la mismísima muerte.  Y buscar amor en sus brazos es como tratar de encontrar paz en el infierno. Ella era una chica de esas que sólo disfruta del momento.  Ese tipo de chicas a las que ya les han roto mucho el corazón.  Pero yo lo había confundido todo, no había notado que ella era ese tipo de chicas e hice lo peor que pude haber hecho: Me he enamorado de ella. Y ahora estoy sufriendo tanto por esta chica... Ya no sé cómo captar su atención, así que he optado por medidas desesperadas. He decidido escribirle una carta explicando mi desenfreno. El cómo mi corazón se detiene cada vez que escucho su nombre. Cómo pienso en ella desde que mis ojos se abren al comienzo del alba. Cómo la beso en la mejilla todos los días queriendo secarle los labios a besos. Cómo me encanta la

Monstruos.

Yo tengo un monstruo que siempre me acompaña, siempre está conmigo. Es malvado y cruel. Me insulta, me daña. Él es causante de muchas de mis desgracias. Está en mi mente. Vive ahí y se adueña poco a poco de mí, haciéndome frío e indiferente. Pero cuando estoy con ella todo es diferente. Su lado suicida se compenetra con el mío, y disfrutamos ser dos suicidas juntos. Compartimos tristezas más que alegrías. nuestros monstruos se entienden bien. Lo que siento por ella es más de lo que siente un corazón cualquiera al palpitar. Más que besos fríos de dos enamorados torpes. Dos suicidas juntos que se aman más de lo que se odian así mismos. Tal ves algún día acabemos con nosotros. Pero por ahora ella es la única que separa el dolor que causa mi monstruo, de mí.

Otoño.

Y mi estación favorita del año es esa en donde se caen las hojas en donde todo se seca y todo se moja. Pero más que amar el otoño yo amo otra cosa, y es esa cara de ángel  que me deslumbra por hermosa. Y así sigo anhelando el otoño, como anhelo tu bella boca.

La vida larga.

Una vida tan larga es una carta de amor. Cartas de la que expresan  tanto de lo que se siente. El café en una mano y un bolígrafo en la otra. Respira con dificultad. Una arruga de concentración sobre su frente. Una gota de sudor en una carrera por su cara. Porque está escribiendo la perfecta vida tan larga.
"Mamá, mamá, llévame a casa. Estoy en el bosque y nadie me acompaña. Me encontré un hombre lobo, una bestia malvada, me enseñó los dientes y fue directo a mis entrañas. Mamá, mamá, llévame a casa. Estoy en el bosque y nadie me acompaña. Me asaltó un vampiro, con su pálida cara, me enseñó los dientes y fue directo a mi garganta. Mama, mamá, llévame a la cama. Estoy medio muerta y lejos de casa. Conocí un inválido y me cantó una canción, me mostró su sonrisa y me arrancó el corazón." Esto no es mío. lo vi en Internet, y quise compartirlo.

Invierno.

Llegó el invierno vistiendo de blanco elegante y frío,  siempre tan distante. Se parecía tanto a ella porque era igual de fría, siempre igual de distante. como manera de proteger su frágil corazón.

La propuesta.

Luz sobre su rostro que la hacía lucir más hermosa. Un atísbo de risa sobre sus labios. Aun más hermosa.Le sonrío de vuelta. Se sonroja y baja la mirada. ¿Podría ser más hermosa? Vamos, estamos hablando de ella, siempre podrá verse más hermosa. La quiero aquí conmigo, así, frágil y vulnerable. La quiero a mi lado. Ver su sonrisa todos los días. Esa hermosa sonrisa. No podría estar sin ella, jamás.  Me he vuelto tan dependiente de su esencia, su aroma, de la textura suave de su piel, esas pequeñas arrugas al final de sus ojos que se forman cuando ríe.  Ojos, ¡ah! esos enormes ojos color café. Parecen un universo entero. Tantas emociones, tantos sentimientos. Puedo estar horas descifrando esos hermosos ojos. Ahora el marrón es mi color favorito, y también ese todo de rosa que se posa sobre sus mejillas cuando la hago sonrojar. ¡Y mira que está sonrojada ahora! Se ve hermosa. Siempre se ve hermosa. Sonrío, pensando en qué tonto me ha vuelto. Yo que iba de ser rudo y caí de inmed